Llegamos por la mañana (12-13 am) y preguntamos DOS veces si la reserva estaba bien y si ya estaba todo correcto con el pago, nos dijeron que si. Nos enseñaron las habitaciones a las que se accedia desde el exterior, las puertas estaban delante de un cubo de basura desbordado. Una habitación estaba bien y la otra no tenía colchón, dijeron que lo iban a arreglar (había un colchón de matrimonio justo ahí, en la calle) y que en un rato estaría. Comimos ahí, por la tarde dejamos las cosas en las habitaciones y entonces nos dimos cuenta que en ambas el cuarto de baño no tenía ni puerta, ni tan siquiera una cortina, y que en una de ellas había hormigas. Tras cenar pronto nos fuimos a las cama a las 20h. A las 22h los dueños o gerentes (que habían estado todo el día en el bar, a nuestro lado, tomando algunas cervezas) vinieron a llamarnos a la puerta para decirnos que estaban haciendo las cuentas y que nos le aparecía que lo hubiéramos pagado. Mi compañero dijo que estaban pagadas pero que las personas que lo habían reservado y pagado dormían así que si no les importa que lo miráramos por la mañana. Dijeron que preferían dejarlo arreglado así que tuvimos que despertarnos, decir que el pago estaba hecho a través de expedía y ¡desconocían expedia!. Nos pidieron el mail de confirmación de la reserva y luego nos pidieron disculpas diciendo que sería que el antiguo gerente el que lo tenía registrado y que entonces a ellos no les había llegado el dinero. Un trato horrible.