La casa es bonita, sencilla pero decorada con muy buen gusto, todo nuevo y con todo lo necesario para pasar unos días a gusto. El sitio en el que está es muy bonito, tiene unas vistas preciosas al mar y a la montaña y los días despejados se ve la isla de la Palma. Por la noche, perfecto para ver las estrellas y descansar, no se oye ni un sólo ruido. El pueblecito en el que está situada es muy pequeñito, pero Frontera está a 10 minutos de coche y por su situación creo que no es mal sitio para explorar esta maravillosa isla. Lo único a tener en cuenta es que para acceder a la casa se pasa por un camino en rampa que puede se incómodo para gente muy mayor o con problemas de movilidad. El propietario super amable, nos dejó un detalle de bienvenida, nos recomendó sitios para visitar y estuvo atento con nosotros en todo momento. En resumen, un alojamiento muy recomendable.